
Entrenando Jiu Jitsu siendo Neurodivergente
Entrenar Jiu Jitsu Brasileño siendo una persona neurodivergente significa entrar en un espacio físico, impredecible y basado en suposiciones sobre cómo aprenden, responden y se comunican las personas. Para algunos alumnos, esas suposiciones no son válidas. Las instrucciones pueden tardar más en procesarse. El contacto visual puede no ser natural. El tacto, el sonido o la presión pueden desencadenar respuestas fuertes. Esto no es rebeldía. Es la forma en que algunos sistemas nerviosos responden al estímulo.
El Jiu Jitsu se enseña a menudo de una manera estándar. Observa, copia, practica, repite. Pero este método no funciona para todos. Algunos estudiantes aprenden a través del reconocimiento de patrones, notando el ritmo y la estructura subyacente antes de poder reproducir el movimiento. Puede parecer que no están prestando atención, pero a menudo están absorbiendo todo, sólo que de una manera diferente.
El control en el Jiu Jitsu no se trata sólo de la posición. También se trata de regular el sistema nervioso. Para los estudiantes con alta sensibilidad, el combate puede parecer un caos. La estructura correcta puede crear una sensación de seguridad y claridad. El control en este contexto significa la capacidad de mantener los pies en la tierra, de no entrar en barrena bajo presión.
A veces, las cosas salen mal. Puede que un alumno entre en pánico, se paralice o arremeta contra alguien. No porque tenga intención de hacer daño, sino porque se siente abrumado. Un entrenador que ofrece una orientación tranquila puede tener la sensación de estar gritando. Un apretón suave puede parecer fuerza. Incluso la ayuda, prestada con cuidado, puede sentirse como una amenaza cuando alguien se encuentra en un estado desregulado. En estas situaciones, es importante comprobar la experiencia del niño y comunicarse directamente con el entrenador para construir una imagen completa de lo sucedido. Ese tipo de colaboración ayuda a mantener el espacio seguro para todos y refuerza la confianza entre padres, alumnos e instructores.
Aquí no hay culpables, pero hay que abordarlo. Los entrenadores tienen el deber de proteger a todos los alumnos. Eso incluye al que tiene dificultades. Si no se puede garantizar la seguridad, el entrenamiento tiene que parar. Eso no es castigo. Es protección. El espacio debe ser seguro para todos en el tatami, incluidos el estudiante, el compañero de entrenamiento y el entrenador.
El progreso en el Jiu Jitsu no siempre es constante. Algunos estudiantes entrenan duro durante semanas y luego desaparecen. Esto puede deberse a una sobreestimulación, dificultades para seguir el ritmo de la clase, sentirse excluido o atrasado, agotamiento, problemas de atención o procesamiento, problemas de funcionamiento ejecutivo o no saber cómo manejar las grandes emociones. No siempre es fácil de explicar, ni siquiera para el alumno. Intentamos darles cabida sin juzgarlos.
No enseño de forma rígida. A veces la lección cambia de dirección por la pregunta de un alumno o un movimiento inesperado. No es un desvío. Es la lección ajustándose a lo que tiene delante. El Jiu Jitsu es receptivo. Enseñarlo también debería serlo.
También usamos el juego. Movimiento sin presión. Espacio para explorar, fallar y volver a intentarlo. Este tipo de entorno ayuda a todos los alumnos, no sólo a los neurodivergentes. Fomenta la curiosidad, la conexión y la confianza.
Ser neurodivergente no significa no pertenecer a las colchonetas. Significa que aprendes de una manera que puede no encajar en el molde estándar. Eso no es un problema. Es una razón para enseñar mejor. Padres, entrenadores y alumnos comparten la responsabilidad de hacer que esto sea posible.
El Jiu Jitsu no se trata de encajar. Se trata de aprender a moverse, conectarse y adaptarse. Si lo hacemos bien, todos crecen. Juntos.
Nota: No estoy diagnosticado como neurodivergente. Este artículo se basa en mi experiencia como tutora de alumnos que sí lo son y en la adaptación de mi forma de enseñar a las diferentes necesidades de aprendizaje y estilos de comunicación. Mi forma de pensar al respecto se ha visto influida en parte por el trabajo del Dr. Devon Price, especialmente su libro Unmasking Autism, y por la atenta aportación de Teresa De La Cour, cuyos comentarios y atención a los estudiantes siguen dando forma a nuestra forma de abordar las conversaciones difíciles.
Escrito por Prof. Doa Karan. Publicado por primera vez en: https://bmjja.com.au/training-jiu-jitsu-while-neurodivergent/